Autor: Neurodiversos
Hay un instante mágico en nuestras vidas que ocurre muy a menudo.
Si no somos conscientes pasa sin pena ni gloria.
El sueño le ayuda a manifestarse.
Si cuesta mucho puede afectar nuestro rictus y llega a obsesionarnos.
Cuando llega ese instante nos inunda una sonrisa plácida de enorme satisfacción y de emociones embriagadoras.
Cambia nuestra respiración que puede hasta cortarse; la postura se yergue, brillan los ojos, a veces se erizan los pelillos de la nuca.
Tenemos la necesidad de contagiarlo y propagarlo a los cuatro vientos.
Si ese momento es compartido creas lazos de por vida con quien llegó contigo.
No nos acostumbramos jamás y es recurrente durante toda nuestra vida.
Ni cien años que cumplieres….
Es un momento indescriptible.
Nos llega a todos.
Es el instante en el que el medio penetra en las células modificando nuestro yo y el de quienes estarán en contacto con nosotros…