Autor: Neurodiversos
Estamos ante una revolución educativa expansiva y embriagadora.
Los contenidos que los niños memorizan serán en poquito tiempo solo recursos informativos necesarios para enfrentar nuevos retos.
Cuando los políticos, padres y profesores entendamos que las asignaturas son herramientas facilitadoras para el aprendizaje y capacitación y no el objetivo de la educación, entonces y solo entonces, los contenidos serán , anhelados, deseados, disfrutados.
Basaremos la educación en la eficiencia del cerebro centrándonos en las Funciones Ejecutivas que nos ayuden a planificar tareas, monitorizar resultados, autoevaluarnos, desarrollar la capacidad crítica, creatividad a puñados, resolver problemas, disfrutar del ocio, inhibir recompensas inmediatas, autocontrolarnos y ayudar a ser felices a otros.
Con el autoconocimiento reconoceremos nuestras fortalezas y debilidades aprendiendo a apoyarnos en lo que se nos dé bien porque es la base de la autoconfianza y la propulsión a la creatividad. Dominar y llenarnos de conocimiento nos arma de recursos para explayarnos.
Encontraremos la espiritualidad / meditación como reguladores del ánimo y sentirnos en armonía con el mundo que nos ha tocado vivir.
Las matemáticas serán una herramienta maravillosa para resolver situaciones y problemas que nos afecten directamente. Hay que tener cuidado porque aprendemos los errores de la misma manera que aprendemos la solución correcta, luego para evitar fracasos tan terribles que estamos teniendo en las ciencias empíricas, debemos clarificar y facilitar la meta a la que se debe llegar si no es capaz por sí mismo. La frustración bloquea, ¿y si empezamos por la solución? El fracaso escolar es lo obsoleto del método empleado.
El lenguaje será la herramienta perfecta para poder expresar lo que siento, quiero, pienso, ideo y comunico. La gramática se necesitará para expresar todo ello y llenará de gozo porque mientras más bonito se escriba más placer generará y más emocionantes serán los escritos.
Los idiomas antes de los dos años serán el recurso para ampliar nuestro horizonte. Conocer el lenguaje de un país es conocer más que un código de comunicación. Hablar una lengua es entender los comportamientos que expresan los pensamientos. Seremos más solidarios, inclusivos y globales.
Se tendrá la obligación de aprender lenguaje musical (que además es un código universal) y un instrumento porque son destrezas que nuestro cerebro necesita para expresarnos y disponer del cuerpo con todo su potencial. El autocontrol y el esfuerzo contribuyen a la armonía siendo esta el soporte para el aprendizaje cognitivo y hacernos seres emocionalmente equilibrados y disfrutar aún en la adversidad.
Porque no estamos solos, porque nos descubrimos en contacto con los demás, discutiendo, debatiendo, negando o admitiendo y formándonos criterios personales y porque aprendemos comunicándonos, necesitamos de los otros. La evolución nos configuró un cerebro social y no podemos aprender en soledad.
Nacemos muy desvalidos y con lo mínimo para sobrevivir. Los millones de neuronas con las que nos presentamos al mundo nos aseguran que podemos aprender a lo largo de todo nuestro desarrollo y, gracias a la plasticidad neuronal, aprender durante toda nuestra vida.
Los contenidos no pueden ser un aprendizaje puntual ni aislado sino basado y apoyado en los aprendizajes previos, determinando los periodos críticos, donde las neuronas son más plásticas para ciertos aprendizajes. Respetando los propios ritmos y teniendo en cuenta las debilidades y fortalezas personales. La neurodiversidad será el fundamento de la inclusión.
El ejercicio físico y el reposo serán tenidos en cuenta por su efecto en la consolidación de la información y que ésta se convierta en aprendizaje.
El olvido no será castigado sino que lo tomaremos como aquel medidor de lo prioritario.
El error será una herramienta para llegar al autoconocimiento y en el aprendizaje tendrá más relevancia la metacognición.
La evaluación será la revisión del proceso de enseñanza más que calificación por los resultados aunque estos determinarán la excelencia.
Llegaremos a entender que los aprendizajes son fruto de la experiencia, de la manipulación con el medio, de la curiosidad que nos despierte, de la emoción que nos embriague y de la mentalidad de crecimiento que nos inspire. Todo ello será posible si desviamos la importancia que le otorgamos a las asignaturas y las concebimos como herramientas de aprendizaje.
La obsolescencia de la actual educación empezó su cuenta atrás.
¿Te apuntas?
Totalmente identificada con lo que fue plasmado en este artículo, casi como un poema. Soy una nueva profe de español en India y la visión en el trabajo que realizo es «Conocer el lenguaje de un país es conocer más que un código de comunicación. Hablar una lengua es entender los comportamientos que expresan los pensamientos. Seremos más solidarios, inclusivos y globales…» Espero que cada vez estemos mas cerca de una educación que tome en cuenta al ser.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Qué interesante!!Muchisimas gracias Francesca. Si pudieras contarnos tu experiencia nos beneficiaríamos.
Me gustaMe gusta